CARACTERÍSTICAS DE LOS
CULTIVOS HORTÍCOLAS
Importante
desembolso de capital circulante o de explotación. Es decir, que la suma de dinero que
se debe desembolsar para llevar a cabo el cultivo (preparación del terreno,
fertilización, costo de fertilizantes, costo de pesticidas, jornales para la
realización de las diversas labores de cultivo, costo de otras materias primas,
etc.) es muy elevado.
Gran
absorción de mano de obra durante el manejo del cultivo y, en ocasiones, esta mano
de obra debe tener una cierta especialización
En
general el cultivo hortícola no suele utilizar grandes superficies de cultivo, si bien en el caso de la
Horticultura extensiva e industrial, este aspecto puede variar ostensiblemente
Es
bastante frecuente que se utilicen acciones costosas para variar o controlar el
medio físico, con
el objetivo de producir fuera de estación, obtener altas calidades, etc. En
este sentido, es muy frecuente que en cultivos de primor se trate de modificar
el clima, mediante el empleo de invernaderos, túneles, etc. En algunas circunstancias,
también se procede a modificar el medio físico suelo, en los llamados cultivos
«sin suelo» (cultivos hidropónicos, cultivos con soluciones nutritivas, etc.),
cultivos «enarenados», etc
Los
índices de mecanización de los cultivos no suelen ser demasiado importantes en Horticultura, aunque en algunas
ocasiones, como en cultivos hortícolas industriales, puede no ocurrir así
exactamente.
La
reiteración de los tratamientos fitosanitarios es bastante intensa, lo que puede crear problemas de
residuos, sobre todo en Olericultura, al tratarse de productos cosechados que
en gran medida se van a destinar al consumo humano en fresco. También es
frecuente en el cultivo hortícola intensivo la utilización excesiva de
fertilizantes minerales (en particular las sales nítricas). A pesar de esto en
los últimos años existe una clara tendencia hacia una utilización más
restringida de medios químicos (tanto pesticidas como fertilizantes, como se
verá en los epígrafes correspondientes de esta obra), para evitar problemas de
toxicidad y de impacto ambiental, como son las tecnologías de producción
integrada y buenas prácticas agrícolas.
Las
rotaciones hortícolas son muy solapadas, siendo relativamente frecuentes que en una misma
parcela se cultiven en un año dos y a veces tres cosechas distintas.
Por
la naturaleza perecedera de las producciones hortícolas, además de prever los canales de
comercialización hacia los que van a ser destinadas, se debe también disponer
de medios frigoríficos de conservación adecuados, donde almacenar rápidamente
las mercancías una vez que hayan sido recolectadas, siendo de primordial
importancia el tratamiento que a las mismas se dispensa en post-recolección (en
su manipulación y confección), con el fin de que estén aptas para su
comercialización.
TIPOS DE EXPLOTACIÓN
AGRÍCOLA
A
grandes rasgos se distinguen los siguientes tipos:
Explotación
intensiva, que
suele presentarse en las áreas cercanas a las grandes urbes, huertas
periurbanas, con superficies de cultivo de extensión reducida, manejadas
generalmente por componentes de una familia. Su objetivo productivo suele ser,
el abastecimiento de la población más próxima, en consumo directo en fresco.
Con frecuencia se recurre a sistemas de modificación del medio físico sobre
todo el clima, a través de invernaderos, espalderas, túneles, etc. Suele
utilizar sistemas de manejo en postrecolección muy elementales y la mercancía
obtenida suele disponerse a disposición de mayoristas, o a veces los propios
agricultores son minoristas en el mercado local. Un ejemplo claro de este tipo
de explotación se encuentra, p. ej., en la huerta de Valencia, en cultivos como
melones, sandías, tomates, berenjenas, cebollas, coles, lechugas, flor cortada,
etc.
Explotación de
Horticultura forzada,
suele ser un caso particular de la explotación intensiva, concretada en la
obtención de productos comestibles u ornamentales extratempranos o extratardíos
mediante la modificación del medio climático, sobre todo mediante el uso de
invernaderos. En general, este tipo de explotaciones, aunque requieren un mayor
grado de especialización y preparación comercial, suelen ser manejadas en muchas
ocasiones por familias de agricultores ayudadas por mano de obra contratada. En
otros casos, la explotación corre a cargo de empresas que escalonan
adecuadamente sus producciones, con arreglo a las necesidades de los mercados,
disponiendo de instalaciones para efectuar correctamente todas las operaciones
de postrecolección.
Explotación hortícola extensiva, sobre unidades productivas de mayor
superficie, normalmente en áreas alejadas de grandes urbes en fincas de
regadío, en las que a veces los cultivos hortícolas alternan con cultivos
extensivos (como cereales, legumbres, forrajes, etc.). El solapamiento de las
rotaciones es menor que en los tipos anteriores y normalmente requieren una
dirección más profesionalizada que las explotaciones intensivas. Normalmente
poseen índices de mecanización más elevados que las explotaciones anteriores.
En muchos casos estas explotaciones están dotadas de instalaciones para llevar
a cabo los trabajos de postrecolección y/o de medios de transporte para que las
mercancías no se deterioren. En determinados cultivos como cebollas, patatas,
zanahorias, lechugas, etc., es frecuente observar explotaciones extensivas de
esta naturaleza, que están provistas de un importante parque de maquinaria que
les permite mecanizar o racionalizar las Explotación hortícola industrial,
puede ser un caso particular del tipo anterior, aunque no necesariamente. Se
trata de unidades de explotación que destinan sus mercancías a la industria
transformadora, como la conserva, los congelados, los deshidratados, etc. Sus
índices de mecanización suelen ser elevados y requieren en general cvs
especiales que permitan una recolección solapada y lo más mecanizada posible.
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